Figura 1. |
Bales diseñó una pirámide (Figura 1) mediante la cual estableció una jerarquización de cuáles
eran las actividades más eficaces para la retención de información. En ellas añadía además un
porcentaje mediante el que establecía la tasa de retención de conocimientos que cada tipo de
actividad dejaba en el alumno.
Al igual que Bales, Dale diseñó un cono (Figura 2) mediante el cual establecía de menor a
mayor, las experiencias que suponían una mayor profundización en el aprendizaje. En muchas
ocasiones, dicho cono de aprendizaje aparece junto a una enumeración porcentual en la que
se establece el porcentaje de los conocimientos aprendidos que permanecen directamente en
la memoria.
Figura 2. |
Lo cierto es que Edgar Dale nunca añadió porcentajes a su cono, aunque sí que es
cierto que mediante estudios posteriores se puede completar dicho cono.
Los porcentajes aproximativos con los datos retenidos por los estudiantes según la actividad
realizada (SÁENZ y MAS, 1979) son:
o 10% de lo que se lee
o 20% de lo que se escucha
o 30% de lo que se ve
o 50% de lo que se ve y se
escucha
o 70% de lo que se dice y se discute
o 90% de lo que se dice y luego se realiza